En 1875 Alfredo Francisco Pellas Canessa -un joven aventurero de Genova, Italia- decide arriesgar todo dejando atrás su familia y las comodidades del viejo continente para viajar al exótico país de Nicaragua.
Inicialmente, impulsado por la Fiebre del Oro, invierte en una ruta de barcos de vapor más corta y segura para transportar pasajeros y bienes entre las costas este y oeste de los EE.UU, atravesando Nicaragua. Esta ruta fue un gran éxito, pero con el inicio de la construcción del Canal de Panamá y del ferrocarril de costa a costa en EE.UU., Pellas decide que es momento de iniciar una nueva aventura. En 1890, descubre la ubicación perfecta para fundar la destilería Flor de Caña a la sombra del volcán San Cristóbal, el más alto y activo de Nicaragua. La fertilidad de sus tierras, el agua enriquecida y las altas temperaturas volcánicas resultaron ser elementos claves para forjar el carácter único de este ron. A través de su historia, la marca, la compañía y la familia han vivido una serie de sucesso (accidente aéreo, dictaduras, confiscaciones, híper inflaciones, incendios, huracanes, terremotos y varias erupciones volcánicas) que han sellado el caracter tanto de la familia como de Flor de Caña.